viernes, 18 de noviembre de 2011

Mientras duerme

Ayer fue un día raro. Uno de esos en que parece que todo te sale mal. Menos mal que llegamos a casa. Una buena cena y a ver qué ponían en la televisión. Como casi siempre, no había nada que me llamase la atención. Así que cogí un libro y empecé a leer.

Isabel por su parte se recostó y empezó a buscar algo que le llamase la atención. Se ve que no encontró nada demasiado bueno. A los pocos minutos se quedó profundamente dormida. Apagué el televisor y volví a mi libro.

De vez en cuando, sin embargo, me distraía mirándola. Me gusta verla mientras duerme. Anoche, mientras cenábamos, nos bebimos una botella de vino entre los dos. Y mientras ella dormía me puse un par de vasos de whisky para amenizar el rato. La historia del libro (y aún no me explico por qué) me llevó a pensar en una compañera de trabajo de mi mujer. La chica, salvando la diferencia de que nunca la he visto en bolas, se parece bastante a esta (que se llama Chernise Yvette)


Me vinieron a la cabeza sugerentes imágenes de lo que podría hacer con ella (con la compañera, estas me parecen algo irreales). Y claro, me puse cachondísimo. Me volví y viendo que estaba bien dormida le quité los pantalones a mi chica. Empecé a acariciarle las piernas, los muslos, y por encima de las bragas, besé su pubis. Le quité despacio las bragas (sí, tiene un sueño muy profundo). Y me deleité con el olor que me llegaba. Me engatusé con los pelos que ocultan mi premio. Separé un poco sus piernas y separé sus labios con mi lengua.


Sin poder aguantarme más empecé a masturbarme. Lentamente, como a mi me gusta. Sin prisas, disfrutando de una buena paja. Cuando me faltaba poco para terminar se despertó ella. Me miró y me dijo algo así como:

"Vaya, vaya. Te estás pajeando sin avisarme. Y parece que hasta has intentado violarme. Te parecerá bien. Nada, nada, tu sigue a lo tuyo, mastúrbate. Enséñame cómo lo haces. Pajeate para mi."

Yo no aguanté más oyendo las cosas que me decía y me corrí bien a gusto. Ella me miró, me sonrió y me dijo.

"Ahora me toca a mi. No te creas que vas a ser tu el único. Eso sí. Como tu lo has hecho todo tu solito ahora me dejas a mi. Ni se te ocurra tocarme."


Y se masturbó allí mismo. A mi mientras la veía me subió la temperatura de nuevo rápidamente. Cuando se corrió me metió sus dedos bien sabrosos en la boca. Para que los saborease bien. Me dio un beso y me dijo: "Estoy en la cama. Quítate eso antes de acostarte. Pero no tardes mucho que estoy esperando tu polla".

Así que nada, me fui a la ducha, me lavé lo más rápido que pude y el resto, creo que os lo podéis imaginar.